Cuando las personas que nos son cercanas logran un éxito, su satisfacción se hace nuestra, sobre todo si se sabe que nada de lo logrado es consecuencia de un mérito fácil. Por eso nos alegramos hoy con las alegrías de Nikola y sus más allegados, y compartimos todas sus satisfacciones.
Detrás de los flashes y los titulares de prensa de estos días quedan suspendidos en el recuerdo pasajero miles de botes de balón, de kilómetros dibujados sobre una cancha; atrás ensayos reiterados de estrategias y jugadas que siempre pueden mejorarse, muchas horas de sudor, esfuerzos y sueños deportivos, sin los que se hace imposible poder disputar a los rivales, esos márgenes de la gloria tan ansiada por todos. Esperanzas individuales y cooperación colectiva que se juntan para afrontar el mismo reto.
Los de este año se reparten en la alzada de varios títulos. El más reciente, la Liga Endesa frente al Barcelona, con el que el Real Madrid rompe la racha negativa de los seis años anteriores. Días antes fue la Copa del Rey y el agridulce segundo puesto de la Euroliga, que bien pudo haber tenido un signo más positivo. Aunque a título personal, Mirotic ha recibido una de las condecoraciones más satisfactorias de esta temporada al lograr el premio como el MVP de la liga regular.
Ahora es el momento de las sonrisas, de recolectar abrazos y de rehacer las fuerzas para los próximos torneos. Nos sumamos a las felicitaciones y disfrutamos de la alegría conquistada por Nikola, agradeciendo como siempre su colaboración con la Fundación Musicoterapia y Salud y emplazándole para nuevos compromisos y retos.
DG
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